Detalle de la camiseta del Deportivo en la Champions League. Las celebraciones siguieron durante días no en vano, la Liga se ganó un viernes, curiosamente, con el arbitraje de García Aranda, el mismo que arbitró la final de Copa del 95 contra el Valencia. Si hubiese sido otra cosa que argentino, se habría ido de Buenos Aires, pero eligió quedarse y ayudar a crear lo que después se llamó la Argentina.